Entiendo el proceso terapéutico como un espacio seguro donde la persona se pueda sentir a gusto y protegida para enfrentar aquellos aspectos que le han traído a la consulta.
Mi enfoque es Humanista-Existencial Integrativo, lo que me permite utilizar distintos enfoques psicológicos para ayudar a la persona que acompaño de forma único y personal.
La terapia es una fuente de autoconocimiento, descubrimiento y reajuste de todas aquellos aspectos que necesitan un cambio para recuperar el bienestar.
Es una etapa de transición, de la infancia al mundo de los adultos. Todos los cambios y transiciones son momentos complejos, donde se reevalúa el mundo que conocemos, se plantean dudas y cuestiones, que en ocasiones son difíciles de colocar.
En esta etapa se asientan las bases de la persona que seremos en el futuro.
Hacer un buen acompañamiento en estos momentos es crucial para adaptarse de forma adecuada al nuevo momento vital. Integrando las cualidades y capacidades que faciliten los nuevos retos de la vida.
Diferentes momentos y circunstancias en la vida nos pueden llevar a sentir que solos no podemos con la situación y pedir ayuda es un acto de valentía.
La psicoterapia te cambia la vida, tener un espacio seguro y libre de juicios donde poder explorar esos aspectos que te generan sufrimiento o dificultades, permite buscar e integrar herramientas y cualidades que te permitan ir gestionando de una forma sana y adecuada esos momentos difíciles, para restaurar tu equilibrio y bienestar.
Desde que terminé la carrera he seguido formándome e incorporando nuevas técnicas y aprendizajes para acompañar de la mejor manera posible.
Creo firmemente que la base de toda psicoterapia es un buen vínculo psicoterapéutico. A partir de ahí, la terapia de Desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (EMDR) es un método de psicoterapia muy efectivo y ampliamente investigado.
Ha demostrado ayudar a las personas a recuperarse de un trauma y otras experiencias vitales angustiosas como el estrés postraumático (TEPT), la ansiedad, la depresión y muchas otras patologías.
La caja de arena es una técnica psicoterapéutica, creada por la psicoanalista Dora M Kalff en la década de los 50. Esta técnica proyectiva se puede utilizar en todas las edades, siendo una herramienta muy eficaz tanto para evaluación como para intervención.
Se puede utilizar para trabajar distintas dificultades como situaciones traumáticas, para abordar experiencias complejas de las que cuesta hablar. Sirve para desbloquear nudos emocionales. Para abordar ansiedad, depresión, miedos… Para restaurar apego, y mucho más.
Amplio y acogedor despacho
Carl Rogers
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